Leishmaniasis visceral: ya hay más de 1.000 casos


El brote de leishmaniasis visceral en Misiones ya dejó de ser una sorpresa y se está convirtiendo en un mal que llegó para quedarse. Hace un año, El Cronista Veterinario informó sobre los primeros casos en Posadas y alrededores, que incluían un contagio a un niño. Ahora la situación es mucho más grave: según pudimos averiguar, un sólo centro privado ya tenía confirmados para fin de noviembre 965 casos, por lo que todas las fuentes consultadas coincidieron que en realidad los perros contagiados ya son más de 1.000. Los casos humanos son 10, uno de los cuales, en Posadas, fue fatal. Además, hubo casos confirmados en La Banda, Santiago del Estero, y una perra que viajó de Misiones a Salta y murió allí, también infectada.
La gravedad del tema es tal que el director del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo-epidemias (CENDIE), el Dr. Daniel Salomón, le confirmó a El Cronista Veterinario que la leishmaniasis visceral ya está considerada una "emergencia de salud pública" en nuestro país (ver "Opinión"). De hecho, y ante la sucesión de casos en perros, el laboratorio Intervet estaba por presentar, al cierre de esta edición, el collar con deltametrina Scalibor, el producto más vendido del año en Europa, que sirve precisamente para prevenir el contagio en perros de leishmaniasis visceral. En la próxima edición ampliaremos.
El foco fue detectado en marzo de 2006 por los doctores Octavio Estévez y Cecilia Nevot, un matrimonio que maneja una de las clínicas más importantes de Posadas.
La leishmaniasis ya tenía antecedentes en el norte de Argentina, pero en su variedad tegumentaria, cuyos primeros 40 casos confirmados datan de 1916. Luego, entre 1984 y 1986, se dio el primer brote epidémico en la zona, que fue casi simultáneo con los del sur de Brasil y Paraguay. Después la patología casi había desaparecido, a causa de la deforestación masiva. Hasta que en 1998 hubo 1.400 casos humanos. La tendencia en todo el Cono Sur son brotes más frecuentes, intensos y muy puntuales geográficamente.
La leishmaniasis visceral, en cambio, es una enfermedad endémica en la Europa mediterránea, y afecta a 500.000 personas en el Mundo (contra 1,5 millón de enfermos con tegumentaria). En Argentina los casos eran muy dispersos, sólo 14 desde 1920 y en zonas donde no figuraba el flebótomo que la trasmite.
Es importante señalar esto porque a cada tipo de leishmania la porta un tipo de flebótomo: para la visceral, o leishmania chagasi, actúa la lutzomyia longipalis. Además, en la mayoría de los casos de leishmaniasis visceral se trataba de personas con inmunocompromiso.

En Febrero en 2001 aparecieron casos de visceral en Asunción, Paraguay, con una prevalencia canina muy alta y algunos contagios en humanos. Y en 2004 sucedió lo que los especialistas estaban esperando: en Clorinda, Formosa, fue encontrado el vector que transmite la visceral.

La aparición del brote en Misiones tomó por sorpresa a los veterinarios locales, y las instituciones profesionales, y principalmente la gubernamentales, aparentemente tuvieron varios problemas de coordinación de acciones. Según comentó un colega de la zona, que prefirió no dar su nombre, "ya en la validación del diagnóstico y estudio de la epidemiología de la enfermedad se evidenciaron las falencias a nivel gubernamental, además de permanentes cortocircuitos entre las distintas instituciones nacionales y provinciales. Al no haber una acción oficial concreta para el control del vector, ni tampoco una postura sobre qué hacer con los infectados, se deja en manos de los clínicos privados la decisión de iniciar un tratamiento o directamente practicar la eutanasia. Aún a pesar de varias reuniones convocadas por el Consejo de Veterinarios no se llegó a un consenso unificado entre los profesionales sobre qué recomendar a los propietarios de mascotas enfermas".

Un caso confirmado en Salta
El Dr. Marcelo Alonso, docente de Patología Básica y Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Católica de Salta, se contactó con El Cronista Veterinario y nos contó cómo fue el caso de leishmaniasis que le tocó ver en su provincia. Esto es lo que nos escribió:
"Candy era una pinscher de dos años, que vino a Salta desde Misiones. La atendió un colega, que le recetó corticoides inyectables durante rigurosos ocho meses, hasta que los dueños llevaron el animal a otro colega, que me la derivó para que le hiciera una citología de linfonódulo mandibular derecho (estaba aumentado de tamaño). El resultado, un proceso inflamatorio granulomatoso, y los amastigotes libres de leishmania spp. Se le hizo luego serología, en la Universidad Nacional de Salta, lo que arrojó resultado positivo. La perrita se terminó muriendo por la consecuente insuficiente renal, después de 20 días de alopurinol, antibióticos y tratamiento local sobre las heridas de la piel, más un par de elevadores de defensas".
Recomiendan prevernirla con collares
La leishmaniasis es una enfermedad endémica en Europa, principalmente en la zona mediterránea. En España, entonces, hay mucho conocimiento sobre esta patología. Un especialista en el tema, el Dr. Pablo Gómez Ochoa, de la Universidad de Zaragoza, visitó el mes pasado nuestro país, para participar de un simposio en la Facultad de La Plata. El Cronista Veterinario lo entrevistó para saber un poco más sobre esta enfermedad cada vez más importante en el norte de Argentina.

ECV: ¿Por qué piensa que apareció y se está expandiendo la leishmaniasis visceral en Argentina?
Gómez Ochoa: En la medida que estén presentes el parásito y el vector, más las condiciones climáticas favorables, la leishmanisis aparecerá. Además, las ciudades cada vez se expanden más hacia zonas rurales, lo que favorece la difusión de la enfermedad. En España, por ejemplo, la vida "outdoor", las familias que tienen casas en quintas con espacio verde, son cada vez más, y entonces sus mascotas corren más riesgo de contagio. Por lo que tengo entendido, en Argentina hay 16 especies de flebótomos diferentes, por lo que hay altísimas probabilidades de diseminar la enfermedad. Cabe aclarar que el perro no es el único huésped, también las ratas, gatos y otros.

ECV: ¿Cuáles son las claves para manejar la enfermedad?
GO: El diagnóstico precoz por serología es muy importante. Puede haber también diagnóstico cruzado con el mal de Chagas. Hay un sólo test específico para leishmaniasis, que se importa de EEUU y en Argentina sólo lo posee el CENDIE.

ECV: ¿Sirve la eutanasia?
GO: No, nada de eutanasiar a los perros. En Brasil el sacrificio es por ley, pero está absolutamente comprobado que la tendencia crece a pesar de la eutanasia.

ECV: ¿Qué se puede hacer, entonces?
GO: La prevención es la clave. El uso de collares con deltametrina funciona muy bien. En 2007 fue el producto más vendido del año en Europa. El producto se llama Scalibor, y lo comercializa Intervet. Las pipetas no dan buenos resultados, pero si se usan tienen que aplicarse cada tres semanas. Por otra parte, es complicado evaluar la utilidad de la vacuna, porque el parásito se adapta rápidamente.

"Es una emergencia de salud pública"
Para el Programa Nacional de Leishmaniasis (PNL), del cual soy uno de los referentes, la Leishmaniasis Visceral (LV) es una emergencia de salud pública humana que tiene como reservorio urbano al perro. Las acciones están enfocadas y priorizadas, por lo tanto, a disminuir la morbilidad y evitar la mortalidad en humanos.
En el año 2000 el PNL produjo la alarma por el posible riesgo de introducción de LV en el país. En 2004 la intensificó al comprobar la introducción del vector de LV en Formosa, y en 2006 generó el alerta al comprobar la transmisión autóctona en Posadas.
Hasta el momento se han notificado 10 casos humanos de LV humana, uno fatal en Posadas. También transmisión autóctona a perros en Clorinda, y la emergencia reciente de 3 casos de LV humana en La Banda (en estudio).
A partir del primer caso de LV humana, el PNL ha realizado extensos trabajos de campo en Posadas-Garupá en Misiones, Clorinda en Formosa y Santiago del Estero-La Banda, generando recomendaciones y ofreciendo capacitación e insumos. En Formosa y Santiago del Estero se está trabajando en forma conjunta con las autoridades provinciales y los Consejos Profesionales Veterinarios, para diseñar respuestas coordinadas priorizando la salud de la comunidad, y atendiendo al caracter de notificación obligatoria por ley de la leishmaniasis en perros.
La variedad del parásito que circula en América, Mon-1, llega a tener 7-10% de letalidad en humanos aún con sistemas de vigilancia establecidos.
El control de la LV humana es una tarea conjunta y coordinada del sistema médico-asistencial, saneamiento ambiental-control de vectores, zoonosis-cuerpo de veterinarios y comunidad.
En las reuniones de expertos de la Organización Panamericana de la Salud del 2005 (Brasilia) y del 2007 (Río de Janeiro) se ratificó que, con los conocimientos y procedimientos actuales, el tratamiento canino no es una medida de control de la LV humana (ni canina pues tampoco disminuye su incidencia), el uso de drogas de tratamiento humano en perros aumenta la probabilidad de aparición de resistencia, y los perros pueden seguir siendo portadores del parásito obligando a análisis parasitológicos periódicos frecuentes por toda la vida del animal.
Para la salud pública es responsabilidad del profesional veterinario evitar la propagación y dispersión de reservorios caninos. El mensaje a los propietarios de los perros sobre el riesgo para la comunidad, especialmente niños, debe ser claro, sin lugar a dudas, evitando el tránsito de perros infectados. La acción cuando se encuentran los primeros casos caninos debe ser enérgica y oportuna.

FUENTE CONSULTADA: EL CRONISTA VETERINARIO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sorry for my bad english. Thank you so much for your good post. Your post helped me in my college assignment, If you can provide me more details please email me.

Clari dijo...

vi este caso en mi smart tv el otro dia y no conocia de lo que se trataba asi que investigue un poco mas.. es realmente interesante. ojala se encuentre mejores soluciones para estos casos