FUENTE CONSULTADA: EL CRONISTA VETERINARIO
El brote de leishmaniasis visceral detectado en Misiones en marzo de 2006 ya tiene características de epidemia. Hasta el mes pasado, ya había más de 1.300 casos confirmados de perros infectados, y el panorama se sigue oscureciendo.
Hace poco más de dos años, los doctores Octavio Estévez y Cecilia Nevot, un matrimonio de veterinarios que manejan un centro de diagnóstico de Posadas, confirmaron por citología el primer caso. Desde entonces, la enfermedad se expandió por la provincia, y hasta provocó contagios en 16 personas, dos de las cuales fallecieron.
El Dr. Estévez le contó a El Cronista Veterinario: "Hasta ahora, en nuestro centro tenemos diagnosticados 1300 casos. Pero siempre insistimos que deben existir más. Hay que tener en cuenta que hay muchos colegas están haciendo diagnóstico serológico, y en algunos casos esos animales después vienen para el citológico. Estamos comprobando una gran cantidad de falsos negativos de la prueba serológica contra la citología".
La epidemia ya está muy ampliada territorialmente. El Dr. Pablo Castillo, quien trabaja en un clínica en Oberá y es el corresponsal de El Cronista Veterinario, agregó que "donde yo estoy la cantidad de diagnósticos semanales aumento muchísimo, y ya estamos rondando los 50 semanales entre los de citología que van a Posadas y los serológicos que se hacen en dos centros en Oberá".
Las noticias cada vez son peores. Por ejemplo, hace un par de meses el Instituto Municipal de Sanidad Animal (IMSA) de Posadas realizó un operativo para capturar perros callejeros en la localidad de Villa Cabello. Los resultados fueron preocupantes: todos los animales, 53, estaban contagiados, según informó la página www.misionesonline.net. Pablo Luzuriaga, titular del IMSA aseguró que el vector (el flebótomo lutzomyia longipalpis) se encuentra diseminado en toda la ciudad, por lo cual se deben extremar las medidas de seguridad en las casas y en el barrio. Entre otras cosas, los empleados municipales recorren las casas explicando que no hay que acumular hojas en los patios y veredas, porque el mosquito transmisor se alimenta de materia orgánica en descomposición.
Otro problema es que la gente está reaccionando con miedo, y opta por la solución más problemática: la eutanasia. Los veterinarios de las zonas más afectadas aseguran que la gente les está pidiendo que sacrifiquen a sus mascotas. "Existe bastante confusión entre mucha gente, e incluso también divergencia de criterio entre colegas. Desde nuestro punto de vista, la eutanasia es un desatino. Naturalmente que nosotros también tenemos que eutanasiar a veces algunos animales porque su estado así lo obliga, pero por razones médicas y no por esta cuestión del pánico al contagio", comentó el Dr. Estévez. A su vez, Pablo Castillo agregó que "hay muchos animales sacrificados por su cuadro clínico, pero en otros casos la gente no quiere convivir con un perro infectado por lo que significa el tratamiento. Incluso muchos veterinarios, cuando ven que los propietarios no van a hacer el tratamiento, recomiendan la eutanasia. Hay mucha gente que está eutanasiando a los animales por su cuenta, sin consultar al veterinario y ante cualquier signo de que el animal pueda estar enfermo".
En algunos casos, el propio estado sacrifica a los animales. Respecto de los 53 animales capturados en Posadas, el Dr. Luzuriaga le dijo a www.misionesonline.net que, como esos perros iban a morir de una forma "muy fea, sufrida", les aplicaron "una inyección de pentotal, que adelanta el final en aquellos animales perros sin dueño y que no tienen cura". Cabe recordar que en Europa, donde la leishmaniasis visceral es endémica desde hace años, los especialistas rechazan la eutanasia como forma de control de la enfermedad.
Es que sigue habiendo discusiones entre los profesionales sobre cómo manejar la epidemia. El Dr. Castillo opinó: "A los perros a los que se puede tratar hay que tratarlos, pero con la rigurosidad y dedicación necesarias. Si bien la eficacia del allopurinol no es muy alta, estamos en una situación de foco y posible endemia, dado que es muy difícil a primera vista la eliminación del vector (por la inacción del Estado y la comunidad). Por lo tanto, no creo que la eutanasia sea la mejor solución. Se debería intentar es informar mas a la población".
Cabe recordar que en diciembre el laboratorio Intervet empezó a vender en la zona el Scalibor, un collar con una formulación de deltrametrina asociada a un excipiente (el trifenil fosfato) que brinda una cobertura eficaz de seis meses contra mosquitos y flebótomos, y de tres meses para garrapatas.
Respecto de la sintomatología de la eishmaniasis visceral, el Dr. Angel Sinagra, integrante del Centro Nacional de Investigación en Endemo-Epidemias (CENDIE), le había explicado a El Cronista Veterinario cuando apareció el brote que "la mayoría de los signos son cutáneos. La visceralización no se manifiesta por hepato-esplenomegalia, salvo en un 20% de los casos. Los problemas de piel son escamaciones furfuráceas alrededor de orejas, hocico, genitales, pero también generalizada, similar a la de un cocker con seborrea típica. También se ven nódulos subcutáneos, hay keratoconjuntivitis, crecimiento exagerado de las uñas, adinamia. Y en los estadíos más avanzados, paresia y muerte. Otros trastornos son hipergamaglobulinemia, formación de antígenosanticuerpos problemas vasculares. La sintomatología es muy general, y normalmente no responden para nada a los tratamientos empíricos. Pueden mejorar con corticoterapia por un tiempo, pero luego recaen".
TEMOR POR UNA POSIBLE EXPANSION A CORRIENTES
Varios veterinarios de Corrientes enviaron muestras a colegas de Misiones para confirmar si algunos de sus pacientes estaban contagiados de leishmaniasis visceral.
Según informó la página web www.lineacapital.com.ar, en muchos casos esos tests dieron positivo, por lo que se teme que en Corrientes estén empezando a aparecer contagios.
PARA MAS INFORMACION: WWW.ECVET.ORG
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